Recorriendo la cordillera Cantábrica – Etapa 5 – Picos de Europa…otra vez

Recorriendo la cordillera Cantábrica – Etapa 5 – Picos de Europa…otra vez

Habíamos dejado la etapa anterior después de haber recorrido gran parte de los Picos de Europa….pero no estaba todo escrito aún. Nos quedaba por recorrer otra zona no menos importante de la que recorrimos el día anterior. Habiendo hecho base en Potes hoy recorreríamos unos kilómetros por la zona este de los Picos de Europa para regresar por la noche a Potes.

Los puntos de interés que deberíamos de ver eran por este orden, atravesar el Desfiladero La Hermida, que es el más grande de España con unos 21 kilómetros de largo, Cabrales famosa por sus quesos, Sotres dónde comeríamos una fabada espectacular y Tresviso, último pueblo de la zona desde donde no se podría ir más allá sin dar la vuelta. Llegando de nuevo a Sotres intentaríamos atravesar una pista que debía atajarnos el camino de vuelta y que, dada nuestra pericia, no todos los componentes del equipo fuimos capaces de atravesar 😉

Partimos de Potes dirección norte por la N-621 en busca del desfiladero la Hermida. Habíamos recorrido espacios naturales espectaculares días atrás pero este aún nos debía dejar nuevas sensaciones y emociones sobre la moto.

Marcando el límite de los Picos de Europa, nos encontramos con este escarpado desfiladero de 21 kilómetros de largo, lo que lo convierte en el más largo de la Península ibérica.

Por su interior discurre el río Deva, flanqueado por paredones de roca que llegan a alcanzar los 600 metros de altura, lo que hace que el desfiladero de la Hermida sea un auténtico espectáculo paisajístico.

Desfiladero La Hermida

Por el desfiladero de la Hermida apenas queda espacio para la sinuosa carretera N-621 que comunica Unquera con Lebeña (final del desfiladero) y Potes, capital del Valle de Liébana. Esta ruta es el único acceso rodado al valle desde el Cantábrico. A lo largo de todo el trazado podremos encontrarnos varios miradores y si tenemos suerte, incluso veremos a los quebrantahuesos volando justo delante de nuestros ojos. Todo un espectáculo.

Desfiladero la Hermida
Desfiladero la Hermida

El día volvía a levantarse lluvioso por lo que hubo que enfundarse de nuevo los trajes de agua. Pasado el desfiladero continuamos hasta Las Arenas por la AS-114. Este tramo, pese a no ser tan vistoso como el desfiladero no desmerece en absoluto recorriendo la vera del río Cares que nos acompañará durante algunos kilómetros a izquierda y derecha.

En Las Arenas hay que desviarse dirección sur por la AS-264 siguiendo de nuevo el río Cares. Estamos recorriendo el concejo de Cabrales, famoso por su queso por lo que no es de extrañar que al atravesar algunas pedanías nos llegue su olor característico. Este tramo nos lleva directamente hasta la subida del mirador del Naranjo de Bulnes. 

A la altura del mirador del Naranjo de Bulnes

No teníamos prevista la subida al mirador dado el tiempo del que disponíamos así que a su altura nos desviamos para la carretera CA-1 que debía llevarnos hasta Sotres. Parte de este tramo estaba en obras, además había que andar con mucho ojo porque la carretera es estrecha, muy estrecha en algunos tramos que, junto con las obras la hacían especialmente peligrosa. Hablamos de Junio de 2021 como referencia para el que quiera volver y quizás las obras hayan terminado.

Por fin habíamos llegado a Sotres. Sotres pertenece a Cabrales. Tiene una superficie de 38,1 km², en la que habitan un total de 114 personas todas ellas en el mismo pueblo. 

En Potes, antes de partir, habíamos estado platicando un rato en el desayuno con el dueño de la cafetería, un señor muy entusiasta y conocedor a fondo de la zona que, no solo nos estuvo dando las indicaciones pertinentes para hacer una buena ruta sino que nos mandó a una pequeña tienda-restaurante en Sotres donde debíamos preguntar por la persona indicada para que nos dieran de comer una fabada asturiana de las que quitan el hipo.

Además debíamos reservar porque el lugar disponía de tres mesas contadas en un espacio demasiado pequeño por lo que decidimos preguntar por la señora que además se acordaba perfectamente del dueño de la cafetería de Potes y, pese a que ese día contaba con un destacamento militar que se encontraba por la zona haciendo unas maniobras tuvo a bien de prepararnos una pequeña mesa en el exterior, a cubierto del agua.

Tienda-Bar de Sotres

Entrar a este local, minúsculo por dentro, mitad tienda de las de antaño, mitad bar con dos o tres pequeñas mesas en su interior, es retroceder al pasado. Y ya no solo por las estanterías llenas de artículos mezclando los comestibles con algunas cosas de droguería y otros útiles sino por la calidad de las personas que lo regentan. 

Sotres, callejuela que daba acceso al bar
Los tres mosqueteros esperando la fabada asturiana
Queso de Cabrales

Como no podía ser de otra forma nos colocaron una olla de fabada que, tras habérnosla comido y viendo que alguien se había quedado con ganas de más, la señora ni corta ni perezosa se volvió a traer la olla llena. Que espectáculo de comida y que jartá de comer para tener que coger las motos de nuevo.

Fabada asturiana

A unos 11km de Sotres nos encontramos Tresviso.

Como dato curioso extraído de la wikipedia destacaré este: “Debido a la dificultad de acceso al municipio, enclavado en los Picos de Europa, se da la circunstancia de que para llegar a él hay que acceder desde una carretera que parte de Asturias y que es la única que hay. Así, a pesar de pertenecer a Cantabria el municipio no tiene acceso directo a esta comunidad por carretera, sino que se debe hacer a través de una carretera asturiana y recorrer cerca de 40 km para llegar a Cantabria. Esto es debido a que la carretera de acceso era prácticamente imposible de construir desde Cantabria debido a las dificultades orográficas y se prefirió hacer la carretera por Asturias, a pesar de que se da un gran rodeo para llegar”

De hecho si nos fijamos el espacio que hay entre Tresviso y la N-621 por la que habíamos circulado para llegar hasta él vemos un recorrido extremadamente corto comparado con el rodeo que debemos de dar para poder acceder a él y quizás, aunque no tan importante como su paisaje y sus casas, este era otro de los motivos por los que acercarnos a verlo.

De camino nos encontramos con mucho ganado suelto y una niebla que se nos metió de nuevo en el trazado haciendo muy difícil la conducción. Paramos a mitad del camino en una zona de aparcamiento con un mirador. Las vacas nos rodeaban así que las disfrutamos un momento no sin miedo a que alguna se esturrease y decidiera embestirnos cosa que, obviamente, no sucedió.

Tras unos pocos kilómetros llegamos a Tresviso donde paramos un ratito a contemplar el paisaje desde su mirador.

Aún nos esperaba la última aventura del día, seguramente la más arriesgada y trepidante. De vuelta a Potes teníamos dos opciones. O volvíamos por el mismo trayecto que habíamos hecho para llegar hasta aquí o atravesábamos una pista que va desde Sotres hasta Espinama de unos 15km, y desde Espinama a Potes quedarían unos 18km aproximadamente. Eran 33km con la pista contra 67km. Ya en Sotres los militares nos habían recomendado no meternos por la pista pues había un tramo complicado. Por supuesto nosotros tras conocer el criterio de los militares y confiando plenamente en ellos decidimos que no iba………¡qué coño! ¿a qué hemos venido? a divertirnos ¿no? a tomar por cu……….si es que no tenemos arreglo!….para la pista que vamos!

Cogimos las tres motos la pista en Sotres, curiosamente los militares, para vergüenza nuestra y satisfacción de ellos, venían detrás a unos metros de distancia. La pista desde el lado de Sotres empezaba bastante bien pero a unos 4,5 km empieza a coger pendiente ascendente con mucha piedra gorda suelta, roderas y el terreno algo roto a lo que acompañaba el chiriviri del norte que moja y tampoco ayudaba. Mientras la Tenere tiraba millas la VStrom y la BMW empezamos a tener problemas. En ese tramo las motos cayeron y con la pendiente del terreno costaba mucho levantarlas. Cuando lo conseguimos los militares aprovecharon para pasarnos mientras le habíamos perdido la pista a la Tenere. Estábamos sin cobertura de teléfono ni nada, aislados completamente. 

Mientras nosotros intentábamos enderezar las motos para poder continuar venían del lado opuesto dos Africa Twings que, de lejos, vimos caer a uno de ellos. Mientras fuimos a ayudar nos contaron que habían ayudado más adelante a nuestro compañero a levantar su moto pero que había podido seguir adelante. Las dos Hondas y las nuestras cayeron una vez más antes de decidiéramos dar la vuelta dala la dificultad del terreno. No habíamos podido comunicarnos con Gabriel y nos quedaba lejos para intentar localizarlo así que enviamos recado con varios vehículos 4×4 que nos cruzaron por el camino para que si lo alcanzaban le indicase que habíamos dado la vuelta.

Independientemente de los problemas que tuvimos he de decir que nos lo estábamos pasando francamente bien aunque eso no quita que el hecho de dar la vuelta sin poder contactar con Gabriel nos dejó muy pero que muy preocupados. Poco después habíamos conseguido recuperar cobertura y pudimos contactar con él quedándonos todos más tranquilos y emplazándonos en el hotel de Potes.

Resumiendo esta última aventura, el “abuelete del grupo” nos mojó las orejas al poder terminar la pista y los “juniors” nos volvimos con el rabo entre las piernas jejejejejeje. Y con todo y con eso, disfrutamos tanto del intento como las caídas que fueron todas en parado como de la derrota. Nuevamente había sido otra más de las experiencias que habíamos vivido durante esos días.

Nosotros recorrimos el camino inverso pasando de nuevo por el desfiladero de la Hermida y conseguimos llegar a Potes sanos y salvos. Un día más que no olvidaríamos.

Desde este enlace podrás acceder a todos los puntos del mapa de todas las etapas.

 

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