Ruta del agua de la Sierra del Segura, las Villas y Cazorla
Son muchas las veces que he recorrido esta fantástica sierra. Son muchos los embalses, nacimientos, pozas, ríos, afluentes, cuevas y entornos relacionados con el agua que por mucho que vuelvas siempre podrás encontrar algo nuevo.
En esta ocasión la ruta me llevaría a recorrer la sierra por su zona oeste que, hasta ahora, la tenía sin explorar.
Para poder llegar hasta allí sin que se nos hiciera de noche recorrimos la mitad de los kilómetros por autovía así que nuestra ruta comenzaba realmente una vez dejas la A92 dirección Zújar, que ya exploramos el mes pasado. Atravesamos la presa del Embalse del Negratín dirección a Tíscar. Allí realizamos nuestra primera parada, la Cueva del Agua. Poco después de atravesar un pequeño túnel llegamos al Santuario de la Virgen de Tíscar y a la izquierda, un pequeño desvío nos lleva hasta un parking donde encontramos la entrada a la Cueva del Agua.
Una pequeña escalera nos dará acceso al pasillo natural excavado en la roca, que hay que recorrer agachado por su poca altura, a la cueva. Al salir del pasillo nos encontramos en la parte alta de la misma. Hacia abajo una gran abertura nos muestra una poza donde cae el agua. Enfrente la virgen de Tíscar nos da la bienvenida y a la derecha, un mirador y otro pequeño pasillo nos da acceso a la cascada escondida entre las rocas. Un entorno eminentemente natural y mágico.
Una vez visitada la cueva nos vamos dirección a Cazorla subiendo por el puerto de Tíscar.
Atravesar esta urbe turística en fin de semana y atestado de turistas con un entramado de calles con pendientes ascendentes de vértigo fue una auténtica odisea.
El siguiente tramo nos lleva hasta el puerto de Palomas y su mirador desde el que se puede contemplar el valle completo hasta donde la vista alcance, valle que una vez bajamos del puerto de las Palomas recorreremos hasta el pantano del Tranco.
Hechas las fotos pertinentes nos adentramos en el valle buscando el centro de visitantes de la Torre del Vinagre donde teníamos constancia de algunas Secuoyas Rojas dignas de visitar.
Seguimos nuestro camino, ahora sí, recorriendo la vertiente oeste del pantano del Tranco, entre medias te encuentras con el mirador de Feliz Rodriguez de la Fuente y más adelante, llegando a la presa, el Chiringuito Árbol del Cielo, que dada la hora que era y la sombra que nos daba se prestó para tomar un descanso y unas cervezas.
A mis espaldas el pantano del Tranco
Estábamos comentando durante este descanso el siguiente punto, el embalse de Aguascebas, cuando un ciclista sentado cerca nuestra se coscó de la conversación y nos estuvo aconsejando la dificultad de hacerlos desde dónde nosotros lo cogeríamos en un momento dado la abundancia de gravilla suelta a lo largo de todo el recorrido combinado con las innumerables curvas, el Estelvio de la zona nos dijo pero que acababa de hacerlo con la bici y que estaba peligroso. Nos dijo que, como motero que era también, no nos aconsejaba realizar el camino por la peligrosidad pero claro, que igual nos perdíamos algunas vistas impresionantes.
Tócate la flor manué……pues para eso no digas nada! nos tuvo un buen rato debatiendo qué hacer así que la opción más razonable, com siempre, era ignorar las advertencias y probar suerte. ¡Qué le vamos a hacer!
Para tomar el desvío que subía al embalse debíamos pasar antes por El Charco del aceite. La típica zona de baño con una gran poza, el río a su paso, merenderos y otro chiringuito. Echamos un ojo aunque ya estaba petado de gente y bañistas y no nos detuvimos mucho tiempo.
Comenzamos a subir dirección al embalse. Teníamos unos 35kms aproximadamente. El trazado se vuelve estrecho y la vegetación te envuelve aún más. El ciclista tenía razón, había tramos con abundante gravilla suelta que nos obligó a recorrer todo el camino en primera, segunda pero, a cambio, nos hizo disfrutar de un paisaje salvaje espectacular donde en varias ocasiones se nos cruzaron ciervos.
Por después de coger el camino nos encontramos el mirador Del Tapadero, donde merece la pena dejarse impresionar por las vistas.
Seguimos recorriendo el trazado sin prisa hasta llegar al embalse
Esta era la última visita en la sierra del Segura que haríamos hoy. Al día siguiente nos quedaba otra ruta que nos llevaría a conocer la Batalla de las Navas de Tolosa. Batalla histórica que daría comienzo a la reconquista. Esta noche realmente dormiríamos en Santa Elena, muy cerca del enclave donde ocurrió la batalla. Hasta allí nos quedaban aproximadamente unos 120 kms que haríamos por nacionales ya más rápidos. Antes de terminar este día pararíamos en el monumento a la batalla de las Navas de Tolosa situado en la Carolina, y de ahí hasta Santa Elena, al camping de Despeñaperros donde haríamos noche.
Mañana seguiremos con la ruta, esta vez histórica y muy interesante que nos llevará a conocer un punto de inflexión en la historia de nuestra España que definiría en los siglos venideros nuestra cultura y nuestro presente.
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