Recorriendo la cordillera Cantábrica – Etapa 3 – Puertos míticos

Recorriendo la cordillera Cantábrica – Etapa 3 – Puertos míticos

Nuestra tercera etapa iba a recorrer algunos de los puertos míticos como el Alto del Angliru y el Alto del Gamoniteiro, este último forma parte de una de las etapas más duras de la vuelta ciclista a España. Por el camino nos íbamos a encontrar con un día nublado, muy nublado, que nos impediría disfrutar de todo el espectáculo de la naturaleza pero que, a cambio, nos iba a brindar una experiencia única en cuánto a conducción en moto en condiciones adversas conduciendo por parajes frondosos rodeados de vacas sueltas acampando a sus anchas por una carretera en la que, como decimos en mi tierra, “no ves tres en un burro”.

Esta etapa finalizaría entrando a los Picos de Europa que recorreríamos al día siguiente. Pero volvamos al principio que esta tercera etapa, al igual que el resto, no dejaría muchísimas satisfacciones.

Partimos del Hotel la Mora por la CL-626 desviándonos dirección norte por la LE-481, tramo que recorrimos el día anterior para llegar hasta Torrestío, aunque en este caso iríamos más al norte aún empalmando con la AS-228. Estos primeros km atravesarían algunos pueblos de interior antes de adentrarnos de nuevo en la alta montaña, zona más solitaria y menos transitada.

La carretera nos llevaría hasta El Puerto de Ventana situado en el límite de Babia con Asturias entre las localidades de San Emiliano en León y Teverga en Asturias. El mejor punto de observación no se localiza en el alto del puerto sino unos 700 metros antes del mismo, en el punto kilométrico 15, ya que la vista es aún más amplia así que nuestra primera parada del día la haríamos en el mirador del Puerto de la Ventana desde el que tienes unas magníficas vistas del macizo de las Ubiñas y de la Babia leonesa.

Si algo nos sorprende muchísimo a la gente del sur en la cantidad de ganado suelto que nos encontramos por estas tierras. Algunas veces andarán los animales cercados pero otras nos sorprenderán circulando solos, o en rebaño, por el asfalto, o descansando plácidamente sobre él mientras tu has de esperarte a que se aparten para poder continuar el camino. Otras veces tendremos que pasar con las motos por el medio del rebaño a escasos centímetros de sus enormes cornamentas. 

Aunque acojonen un poco son animales domesticados y, sopena que seas un cabrón e intentes asustarlos con el rugir de tu escape provocando una estampida, difícilmente usarán su tamaño y fuerza para hostigarte. Eso sí, se recomienda circular con muchísima precaución pues ellos están en su entorno y somos nosotros quienes invadimos ese espacio.

Tras despedirnos de la vaca continuamos nuestro camino dirección al Alto del Gamoniteiro. Según avanzábamos empezábamos a sentir la altura sobre el trazado, la temperatura bajar y la niebla cubrir el asfalto. El paisaje empezaba a ocultarse y solo nos quedaba de referencia el asfalto húmedo y la moto de delante, excepto para el primero.

Desde el puerto de la ventana continuamos por la AS-228 hasta Caranga de Abajo donde hay que tomar dirección sur la AS-229 y más adelante la AS-230 que nos llevaría al desvío para empezar a subir este puerto.

Foto robada a Google Maps de parte del trazado por la AS-228

Tocaba empezar a subir el Alto del Gamoniteiro y, como decía más arriba, el tiempo nos había cambiado por completo. Era tan espesa la niebla que mojaba por lo que nos obligó a parar para enfundarnos los trajes de agua.

La subida pues se hizo lenta, además la calzada es bastante estrecha por lo que cruzarse con otro vehículo era una ejercicio de alto riesgo. Para colmo las vacas acampaban a sus anchas por entre la niebla lo que dificultaba mas aún la subida. 

Lo maravilloso de estas tierras es que lo mismo te encuentras con este panorama que unos kms más arriba, y como por arte de magia, empieza a despejarse la niebla y recuperas de nuevo la visión para darte cuenta de que sorprendentemente lo que estás es por encima de las nubes. Este espectáculo de la naturaleza junto con el rodar de tu moto y el esfuerzo y la precaución para llegar al punto más alto hacen de la llegada un momento especial de regocijo y contemplación del paisaje.

El Gamoniteiro (en asturiano y oficialmente El Gamoniteiru) es un alto de montaña 1.791m situado en el concejo de Quirós y es el puerto de montaña de mayor altitud de Asturias.

Habíamos cubierto con éxito nuestra primera parte del día y era hora de ir buscando dónde comer algo así que nos dispusimos a bajar de nuevo el puerto, obviamente atravesando otra vez las nubes y repitiendo la experiencia.

Una vez incorporados a la carretera principal, donde la espesa niebla nos seguía acompañando, tomamos dirección a la pedanía de La Ara donde descansaríamos un rato degustando una suculenta comida típica de la tierra regándola con una buena sidra asturiana.

Preguntando a sus gentes nos indicaron un buen sitio para comer así que llegamos al mesón Monte Aramo.

Repuestas las fuerzas era momento de subir al Alto L’Angliru, otro puerto mítico.

Es una zona de pastos y abrevadero de ganado, que recibe el nombre por sinécdoque del lago El Angliru y que está situada en el corazón de la sierra del Aramo, en el límite de los concejos de Riosa y Quirós (Asturias, España).

Situado a 1570 m s. n. m. de altitud, constituye una espacio natural de gran belleza ubicado entre algunas de las cimas más importantes de esta sierra, como son El Gamonal (y no La Gamonal como a veces se le llama y con el que en ocasiones se confunde el Angliru mismo), el Moncuevu y el Barriscal. Hasta este enclave llega la carretera local procedente de La Vega de Riosa, lo que hace que sea ésta la forma más directa de acceder al pico Gamonal (1712 m).

Este trayecto podríamos haberlo hecho fácil circulando por la carretera que debía de indicarnos Google Maps como más rápida y en mejor estado, esto último lo añado yo ;-). Pero teníamos en los apuntes del viaje un “atajo” que nos llevaría más rápidos. Jejejeje…….atajo…….rápidos…….niebla…..vacas…..rodando por una espesura de árboles……¿qué podría salir mal? pues nada, nada salió mal. Recorrimos aproximadamente la mitad del camino por una pista a veces, otras por pequeños tramos de carretera en muy mal estado, con la misma niebla espesa que nos llevó al Gamoniteiro, con vacas deambulando solas en medio de un trazado del que no se veía más de un metro por delante de la rueda, con muy poca luz del sol que ni lo frondoso de la zona ni la espesura de la niebla dejaba pasar.

¿La verdad? nos divertimos mucho. ¡Qué digo mucho, muchísimo! la emoción de que nos la estábamos jugando junto con la adrenalina de encontrarte las vacas encima a cada curva nos hicieron un trayecto inolvidable. 

Y por fin habíamos hecho cumbre rodeados de niebla y, por supuesto, más y más vacas sueltas allá por donde mirásemos. Era una fiesta de vacas!

No había paisaje por la niebla pero si le echamos imaginación seguro que acertamos en visualizar tan espectáculo de la naturaleza.

El día se iba acortando y aún nos quedaban unos 100km para llegar a nuestro destino, a Puebla de Lillo así que no nos entretuvimos demasiado y cogimos carretera de vuelta rápidamente esta vez bajamos el Angliru por la carretera que coge todo el mundo, la normal……pero porque no teníamos más día que sino……….

Hasta Puebla de Lillo fue un viaje tranquilo, circulando en ocasiones por la vera de algún río y degustando para nuestro disfrute un sinfín de curvas y más curvas.

Foto robada a Google Maps

Por suerte llegamos con luz aún al destino, un apartamento con todas las comodidades del mundo. Dejamos las motos, descargamos el equipaje, una ducha y nos acercamos al pueblo a ver dónde nos darían de cenar y de tomar un copa para celebrar el éxito de esta jornada.

Desde este enlace podrás acceder a todos los puntos del mapa de todas las etapas.

Continúa en la etapa 4…..

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