Ruteando por el interior de Alicante
Para esta ruta, como para tantas otras, me pongo en manos de mi amigo Maguelx, quién estudia y planifica a conciencia el recorrido durante semanas hasta que traza lo que sería una ruta espectacular envuelta en paisajes de montaña, alguna que otra carretera rota que merece la pena recorrer, unos kms de pista sencillos donde disfrutamos como enanos y las vistas del magnífico embalse de Guadalest.
Nos situamos al sur de la Comunidad Valenciana, en el interior de la provincia de Alicante. Si bien esta zona de interior no disfruta de las grandes montañas y altos picos de otras partes de España sí que es merecedora de ser una zona de sierra llena de curvas y frondosa vegetación de la que no disfrutamos tanto más al sur, en la Región de Murcia, desde la que parte mi moto.
Alcanzar el puerto de Benifallim y atravesarlo pos carretera que a ratos se convierte en pista por lo estropeado del asfalto buscando el puerto de Tudons, que todo buen motero o ciclista debe recorrerlo por sus maravillosas vistas panorámicas, y luego saltar por la sierra de Aitana a través de otra pista dirección al embalse de Guadalest nos deja, sin duda, un recuerdo visual difícil de olvidar.
11 de diciembre de 2021
En el sur de España por estas fechas, aunque ya refresca un poco, aún hace buena temperatura y era el momento idóneo de realizar la última ruta del año.
Nos situamos en el mapa donde será el recorrido. Como siempre, y por difícil e inevitable, no me escapo de pillar unos cuántos kms de autovía desde Cartagena hasta pasar Elche, ya en la provincia de Alicante, donde había quedado con Maguelx para tomar el primer café de la mañana con sus respectivas tostadas y comenzar la ruta.
A los casi 100km que tenía desde casa hasta el punto de encuentro aún tendríamos que sumar unos 30km más aproximadamente para dejar la autovía y empezar a adentrarnos por los pueblos del interior de Alicante.
Tibi
Tras 30km de la autovía A7 tomamos la salida 480, dirección Tibi por la CV-805. Por fin una carretera tranquila, sin el agobiante tráfico de las autovías, con sus pinadas a izquierda y derecha rodeando las zonas residenciales. Esto ya es otra cosa. El olfato se intensifica y el olor a humo se esfuma sustituyéndolo por el olor a pino y bosque.
Tibi es una población pequeña que para esta ruta, como otras poblaciones, atravesaríamos sin parar porque el tiempo es oro y el día corto en estas fechas.
Me gusta, a la vuelta de rutas donde me dejo llevar, estudiarlas y cabe destacar que frente a Tibi se encuentran, sobre otra colina, los restos muy descuidados de un antiguo castillo árabe del siglo X que, por las vistas de Google Maps, parece inaccesible con vehículo y que a tres kilómetros de la población se encuentra también el pantano de Tibi, que por lo visto tampoco es muy accesible y la carretera que te lleva a él está de aquella manera pero ¡que leches! justo de la manera que le gusta a la VStrom, lo que me recuerda que tengo que volver por esta zona para poder visitarlo.
Jijona (Xixona)
Pasado Tibi llegamos a Jijona. Quien no conozca Jijona es que no es de España. Mundialmente famoso por ser el lugar donde se produce el apreciado dulce navideño del turrón, tanto la variedad de Jijona como la de Alicante. Jijona es por excelencia tierra de turrones, de los de “vuelve a casa por Navidad”.
El relieve del municipio es montañoso y evidentemente es uno de los motivos por los que hemos venido a recorrerlo en moto. El terreno está definido por sierras pertenecientes al sistema Subbético, sistema que se extiende desde Gibraltar hasta Alicante.
Esta ruta nos llevará hacia la Sierra Galiana, al este, donde rondaremos los 1000m de altura. Ahora cogeremos la carretera CV-780 dirección a Benifallim, pueblo al que no llegaremos ya que a mitad del camino hasta él tomaremos un desvío para adentrarnos en lo más profundo de la sierra.
Puerto de Benifallim
Tal y como decía más arriba, a unos 20km de Jijona nos vamos a encontrar el desvío que nos adentrará en la sierra.
A partir de aquí nos vamos a encontrar con unos 12km de asfalto muy roto que se torna en pista en algunos tramos, los verás en el vídeo que he puesto al final del artículo. A pesar de ello las vistas de la zona no te van a dejar indiferente y disfrutarás tranquilamente, porque no podrás correr, de un paisaje excepcional.
El trayecto que acabamos de coger debe llevarnos al cruce de la CV-770, que es la carretera que recorre el puerto de Tudons. Otro de los puertos más bonitos de la zona. Si al llegar al él, giras a la derecha dirección a la costa, te encontrarás con el mar al fondo. En nuestro caso, y para esta ruta, no lo íbamos a recorrer sino que lo cruzaríamos para dirigirnos a la sierra de Aitana atravesando una pista. Pero para ello, llegando al cruce del puerto, nos vamos a dirigir a la izquierda y debemos estar muy atentos durante los siguientes metros.
Sierra de Aitana por pista
Ahora es importante estar atento al desvío que debemos coger para tomar la pista ya que el mismo no es muy visible y, para más inri, lo primero que te encuentras es una pista empinada que no sabes si realmente es la pista o un camino que tira, como las cabras, para la cima del monte. Con la siguiente captura te muestro exactamente el desvío a la derecha.
La sierra de Aitana es el punto más alto de la Provincia de Alicante. Son 1.557 metros de altitud y es el extremo oriental de la cordillera Bética. En la cumbre se pueden ver los radares de la antigua base militar y los repetidores de televisión. Destaca Aitana por su extraordinaria variedad de elementos. Paredes infinitas, pequeños bosques, peñas, cortados, simas, fuentes…
provinciadealicante.es
Poco más adelante de entrar a la pista ya nos encontramos un paraje que nuestras motos y nuestros ojos lo van a disfrutar.
A mitad del camino, aunque no tengo fotos, encontrarás el merendero “Front de L’Arbre” bajo unos árboles que podrás aprovechar para descansar y tomar algo.
Como no íbamos preparados como en otras ocasiones para hacer un almuerzo campestre decidimos continuar el trayecto hasta encontrar cualquier sitio donde nos dieran algo de comer y así continuamos hasta la pedanía de Abdet donde paramos frente al único bar que nos encontramos………cerrado. Hace ya un año desde que hicimos el viaje hasta que me he puesto a transcribirlo pero, sino recuerdo mal, de allí nos fuimos sin almorzar. Eso sí, pudimos parar un ratito para comentar lo bien que nos lo habíamos pasado por la pista. Y es que algunos tramos estaban embarrados y nos pusimos como los críos cuando ven un charco y se tiran de lleno a él.
A decir verdad la pista estaba más seca que la mojama, y entre toda ella sólo había un charco en medio ¡SOLO UNO! y, como los críos……directos al charco, que parezca que hemos hecho enduro al más alto nivel con estos bichos tan pesados. Lo sé, no tenemos arreglo, pero nos lo pasamos pipa.
Castell de Castells
El siguiente punto que tenía marcado Miguel de la ruta era el pueblo de Castell de Castells. A este pueblo debíamos llegar tras girar a la izquierda a unos pocos kms de encontrarnos con el embalse de Guadalest en su vertiente norte.
He de decir que ya había recorrido anteriormente el embalse, y también el mismo pueblo de Guadalest. Si es la primera vez que visitas esta zona mi recomendación es que pierdas un buen rato en visitar el pueblo desde cuyo castillo, en la cima, tendrás una perspectiva de todo el embalse impresionante. Es un pueblo pequeñito y prácticamente dedicado al turismo donde podrás comprar los típicos souvenirs de recuerdos de la zona.
Volviendo a nuestro trazado la idea era atravesar dirección norte parte de la sierra que nos llevaría hasta Castell de Castells, pueblo donde hambrientos deberíamos llenar los buches. El GPS marcaba unos 15km para recorrerlos en una media hora como mucho. Todo controlado, arrancamos motos y directos a comer.
Lo que no nos esperábamos es que a mitad del camino y a muy pocos kms de Castell de Castells, además después de haber disfrutado de otra subida del terreno repleto de curvas y más bosque, nos íbamos a encontrar con la carretera cortada por obras. La putada no fue pequeña porque, por cinco minutos que nos podían quedar para llegar, la opción de volver por nuestros pasos y llegar hasta el pueblo por otra vía nos hacía recorrer una larga ruta de casi 45km.
Otra opción, ya que estábamos en un cruce de caminos donde, a izquierda y derecha de la vía cortada por obras habían pistas, era tirar por alguna de ellas a ver si la providencia nos dejaba llegar al pueblo atajando pero tras una revisión del Google Maps y una visual a ojo de la zona que teníamos de pista no nos ofreció la confianza suficiente para emprender esa gesta.
No teníamos muchas opciones así que, resignados por la hora que se nos iba a hacer, dimos media vuelta para realizar el trayecto alternativo que ya no sería tan llamativo como lo recorrido hasta ahora, o quizás sí pero el cansancio, la resignación y el hambre igual no me permitieron disfrutar este último tramo tanto como los anteriores. Eso sí, nos daba la oportunidad de bordear el embalse que, indudablemente, tiene su encanto.
La revuelta la haríamos por Callosa de Ensarriá, Bolulla, Tárbena y finalmente Castell de Castells.
Llegamos a la plaza De la Iglesia, aparcamos las motos y en la misma plaza encontramos fonda para comer. Menú del día asequible y descanso bien merecido para reponer fuerzas.
Con el cuerpo recompuesto uno se vuelve a subir a la moto con otra alegría y eso nos llevó a retomar el último tramo de nuestro día con ganas de seguir disfrutando del paisaje que, hasta llegar al mundanal ruido, aún nos tenía que ofrecer algún tramo que otro repleto de curvas para deleite de nuestras motos y de un paisaje muy interesante para el deleite de nuestra vista, en definitiva, para poner todos nuestros sentidos al placer del viaje en moto.
Por destacar uno de los parajes de este último tramo que revisé en cuánto llegué a casa, ya que el tiempo no nos daba como para poder visitarlo con calma, era el Santuario de Pla de Petracos.
En una de las zonas más inhóspitas de la provincia de Alicante nos encontramos una de las mejores representaciones de arte rupestre de la Comunidad Valenciana. Por muchas fotos que veas y que te enseñemos, cuesta pensar que aún se conservan tan bien, unas pinturas que datan de hace 8.000 años, y que fueran descubiertas hace solo unos 40 años, teniendo en cuenta las dimensiones de las mismas. Por todo esto, en 1998 la UNESCO lo declaró Patrimonio de la Humanidad.
Más allá de la ciudad. Trabel Blog.
Desde aquí ya solo nos quedaba tirar dirección a la autovía A7 y retomar el camino de vuelta a Cartagena tan aburrido como lo es siempre que regresas de cualquier expedición y enganchas con la autovía tan llena de tráfico, velocidad, humo, ruido, camiones…..horrible querido lector, horrible y, por desgracia, casi inevitable. ¿Quién puso las autovías ahí? ¿Por qué no les dieron más horas al día para poder volver tranquilamente sin prisas?
En fin, para esto poca solución hay. Mientras se me pasa el mosqueo de la autovía os dejo un pequeño retazo en vídeo lo que es hacer este viaje pero lo mejor, amigo motero, no es que yo te lo cuente, lo mejor es ir y verlo con tus propios ojos. Ahí lo dejo.