El Yelmo, en el parque natural de la sierra de Cazorla, Segura y Las Villas

El Yelmo, en el parque natural de la sierra de Cazorla, Segura y Las Villas

20 de febrero de 2022

Ponemos el rutómetro a cero, arrancamos las motos y, carretera y manta como suele decirse, para visitar los que sería, una vez más, un paraje digno de sentarse a admirarlo durante horas. 

Pero antes pongamos en antecedentes la ruta, ¿no?

Este artículo tendrá pocas fotos y vídeos del momento, y no por que el día no diera para mucho, todo lo contrario, pero ese día tuve la mala idea de no echarme la GoPro y os puedo decir, al igual que al final de Blade Runner empieza diciendo el replicante Roy Batty… “Yo he visto cosas que vosotros no creeríais“, que disfrutamos de una ruta espectacular y que vivimos un par de situaciones de las que te dejan huella. No tengo alma ni don de escritor, pero intentaré expresarlas y haceros partícipes de lo que supone recorrer este parque natural.

Lo primero es tener la ruta a mano por si tú, querido lector, te animas a repetirla. Pinchando sobre la siguiente foto le llevará a Google Maps con la ruta trazada al milímetro.

Ruta completa

En esta ocasión me puse en manos de Joaquín. A Joaquín, que hasta ahora no había aparecido en mis rutas, lo conocí en persona ese día. Llevábamos hablando un tiempo en un grupo de WhatsApp dedicado a la segunda expedición al norte de España en moto que contaré más adelante. Grupo al que llegó recomendado por un buen amigo e integrante de la primera expedición a Cantabria

Habíamos decidido hacer una pequeña ruta para conocernos en persona antes de subir a Cantabria y la propuesta que me hizo para recorrer este parque natural, a pesar de haberlo recorrido en innumerables ocasiones, me pareció muy interesante ya que incluía un paraje, El Yelmo, el cuál no conocía. 

Sin querer adelantar acontecimientos hasta llegar a El Yelmo, al menos para que sigas leyendo el resto del artículo, te dejaré esta pequeña pincelada: 

Sus 1808 metros de altura y su posición central respecto a la comarca hacen que desde la cima podamos disfrutar de unas espectaculares vistas, llegando a divisar zonas de Albacete, Ciudad Real o Granada.

lugaresmiticosdejaen.com

Café, gasolina a full y comienzo de la ruta

Muchas de mis rutas comienzan temprano, para aprovechar el día, y en un restaurante cercano a casa junto a la autovía que tiene muy buena comunicación con esta y con el punto de partida cuando queremos rutear dirección Norte. 

Allí mismo, en el restaurante Garcerán, había quedado con Joaquín a una hora prudencial. Joaquín apareció con una moto de las de antes, de las que te hacen torcer el cuello para admirarlas, de las que se construían a conciencia para que durasen años. La moto, una BMW K75 de unos 30 años aproximadamente restaurada y mimada para seguir haciéndole kilómetros me dejó bastante sorprendido.  Su motor sonaba perfectamente y os puedo asegurar que en ruta dio caña sin despeinarse. Que buenas motos se hacían antes.

Allí tomamos un café rápido que dio tiempo de sobra para darnos a conocer y decidimos que desayunaríamos unos kms más adelante con el sol habiendo calentando el cuerpo. El Niño de Mula sería la pedanía donde haríamos el desayuno.

VStrom 1000 – BMW K75

Ya sabéis, y es algo de lo que no me canso de repetir en los artículos, que moto y autovía no las soporto. Son como el veneno que me encabrona cada vez que parto a un viaje y, sobre todo, el mismo que me jode los últimos kilómetros de regreso pero es casi inevitable hacerlos y, por suerte, para este viaje los kms de autovía serían pocos. Así que partimos autovía dirección al Niño de Mula, para el que tendríamos poco menos de una hora además de que sería el lugar donde abandonaríamos la autovía para disfrutar de la auténtica ruta.

Ahora sí, con un buen desayuno en el cuerpo y este caliente, ya estábamos preparados para empezar a disfrutar de las motos.

El siguiente tramo nos llevaría hacia Calasparra por la MU-552. Esta zona es más llana pero es zona de frutales. Si la pillas cuando empieza la floración seguro que la disfrutas.

Calasparra – Elche de la Sierra

Calasparra es reconocida por el buen arroz que se cultiva en sus tierras y también por su Santuario.

El Santuario Virgen de la Esperanza no era punto de nuestra ruta pero te recomiendo encarecidamente que lo visites. El Santuario de la Virgen de la Esperanza se encuentra construido sobre una antigua cueva. Dentro del templo hay un nacimiento donde se puede escuchar el goteo del agua cayendo, un lugar con una atmósfera de humedad y magia difícil de explicar. La zona, además, tiene área recreativa junto al río con mesas y barbacoas, un amplio aparcamiento y, restaurante por si eres más sibarita. Sin duda deberías visitarlo y si además, eres de los moteros de almuerzos campestres te diría que es el sitio perfecto para desplegar tus viandas y prepararte un almuerzo junto al río antes de continuar la ruta.

A partir de aquí la zona se vuelve más montañosa y con más vegetación. Es zona para recorrerla tranquilamente y disfrutarla.

Continuamos por El Campillo, Las Murtas, Tazona y Socobos…… aquí hago una pequeña recomendación: Poco más adelante de Socobos, tienes a la izquierda el desvío hacia Letur, uno de los pueblos regados por las aguas del Taibilla que deberías visitar, y cuya ruta te llevará hasta Nerpio eligiendo varias vertientes, norte o sur, y cada una tan diferentes como pintorescas. Ya os trasladaré al blog las rutas que tengo recorridas por esos parajes.

Seguimos dirección a Elche de la Sierra por la CM-3217. Tramos de pinadas que en estas fechas, por febrero, te dejarán el olor característico del campo que disfrutarás como un soplo de aire fresco en la cara si llevas la visera abierta. En pleno verano es más complicado por las altas temperaturas que tenemos en estas tierras.

Tramo entre las pedanías Férez y El Gallego

El problema de escribir los artículos casi un año después de hacer la ruta es que en ese tiempo he tenido lugar para recorrer otras tantas veces la zona y descubrir nuevos sitios que a la primera no sabía que ni estaban ahí. Así que, adelantándome al futuro que algún día os contaré os dejo otra pequeña recomendación: A escasos 2km de Elche de la Sierra, a la izquierda, os vais a encontrar el Mirador de Amílcar Barca, uno de los militares más reconocidos de la antigüedad por su lucha contra Roma en la primera guerra púnica. Forma parte de nuestra historia y creo que merece la pena hacer una paradita y conocer sus historia.

De Elche de la Sierra a Riópar

De aquí no sabría que contar, primero porque es ruta por excelencia de moteros intrépidos ávidos de curvas y velocidad. No es que sea el circuito del Jarama pero sí que es una ruta muy transitada por moteros. 

Unos 37km de carreta de curvas con un asfalto impecable y perfectamente delimitada en sus dos sentidos. Rodeado de vegetación te dejarás llevar por el trazado en el que atravesarás, a pocos kilómetros de Riópar, el puerto del Peralejo de unos 1.100 metros de altura. 

Tramo de Elche de la Sierra a Riópar

En la pedanía de Riópar se encuentra el nacimiento del río Mundo, a unos 8km de este y de fácil acceso. Algo muy característico del nacimiento es el reventón, que ofrece un espectáculo de la naturaleza.

El otoño es un buen momento para visitarlo, ya que con las precipitaciones se produce el popular reventón. Es el momento en el que revientan los chorros del río Mundo con su característico estruendo y la cascada presenta más caudal. Este fenómeno suele producirse después de la época de lluvia.

escapadarural.com

Para nuestra ruta, en febrero, no era momento de visitarlo así que pasamos de largo dirección Siles, pueblo en el que nos desviaríamos para adentrarnos en una de las zonas más profundas del parque natural.

De Riópar a El Yelmo

Esta será parte de la zona que yo aún no conocía. Llegamos a Siles disfrutando del paisaje y una vez en el pueblo nos desviamos a la izquierda para coger la carretera JF-7012. 

Esta ya es zona profunda, con carretera rota en tramos y sin rallas que la delimiten. Hay que circular por ella con precaución a la vez que la vas disfrutando. Es una zona muy frondosa donde ascenderemos hasta unos 1.200m aproximadamente antes de coger la carretera que nos lleve a la cima de El Yelmo.

Fue aquí donde nos pasó algo realmente sorprendente. En un trazado tan estrecho y tan pegado al monte por ambos flancos, íbamos circulando cuando de reojo a mi derecha diviso movimiento, momento en el que todos mis sentidos se ponen alerta. Circulamos por zona profunda y es fácil encontrarse con animales sueltos, no es la primera vez que se nos cruza algún ciervo o algún Jabalí por estas zonas en alguna de mis rutas anteriores pero lo que nos esperaba en esta era la primera vez que me pasaba.

Dirijo la mirada hacia donde me había parecido ver algo y diviso a escasos metros, y a la velocidad del rayo, un ciervo, y junto a él otro, y otro, y otro y varios más, una manada completa de ciervos, no sabría decir cuántos habían, quizás diez o quince, corriendo en paralelo a nuestras motos a toda velocidad y observando como cada vez los teníamos más cerca.

Ante tan majestuoso espectáculo obviamente redujimos velocidad, por un lado para no asustar a la manada en exceso y por otro para poder disfrutarla………y menos mal que se nos ocurrió reducir el ritmo. Tanto es así que a dos metros de las motos les da a todo el tropel por cruzar la carretera desde nuestro flanco derecho al flanco izquierdo monte abajo. Delante de la manada iban los ejemplares más grandes quizás dos o tres, tras ellos los de menor tamaño más jóvenes. El más grande que iba delante le faltó muy poco para estamparse contra la moto de Joaquín. Afortunadamente el animal estuvo fino para esquivarla. Semejante pieza, a la velocidad que iba, si embiste la moto, van ciervo, moto y Joaquín monte para abajo pero la providencia quiso que no era ese el momento de un desastre ni para los ciervos ni para nosotros y nos dejó disfrutar de esos segundos como algo inmensamente maravilloso. Lástima que la GoPro no la llevara puesta.

El Yelmo

Y por fin, tras unos kms divisamos en lo alto del monte El Yelmo. Paramos para contemplarlo desde abajo donde Joaquín me explica exactamente hasta donde vamos a subir. Echamos unas fotos y tomamos aire.

El Yelmo al fondo
Vamos, le dice una a la otra, que subimos allí arriba

Arrancamos las motos y continuamos hasta el desvío que debía subirnos a El Yelmo. Este último tramo de ascenso tampoco estaba mejor que los anteriores kilómetros. Asfalto más roto aún, estrecho, sin limitaciones pero a cambio el paisaje según emprendes el ascenso te va dejando absorto por momentos. Según la curva que tomes te encuentras al fondo con el embalse del El tranco, o grandes extensiones montañosas, o el mismísimo cielo a pecho descubierto.

Subida a El Yelmo

Coronas la cumbre y te encuentras un mar de sistemas montañosos a 365º. No sabes a donde mirar, todo te parece impresionante. El paisaje te embriaga. Estás en lo más alto de a no se cuántos kms a la redonda. Las motos se han portado como unas campeonas pero el mérito se lo lleva la K75 por que no yendo preparara para esas carreteras tan hostiles en cuánto a amortiguación o neumáticos ha coronado igual que la japonesa, ha cumplido como una campeona y nos ha llevado hasta ahí arriba. Es momento de regocijo, fotos, admirar el paisaje y sentirse en la cima, que no será la del mundo, pero para nuestra ruta de hoy, como si lo fuese.

Cumbre del El Yelmo
  • Situado en el término municipal de Segura de la Sierra, El Yelmo es uno de los montes más emblemáticos del Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas.
  • Sus 1808 metros de altura y su posición central respecto a la comarca hacen que desde la cima podamos disfrutar de unas espectaculares vistas, llegando a divisar zonas de Albacete, Ciudad Real o Granada.
  • Muy escarpado en su vertiente oeste, la cara este permite la ascensión con vehículo hasta la cima, aunque lo recomendable –si el tiempo y las fuerzas lo permiten– es disfrutar de alguno de los múltiples senderos de subida.
  • Su cima –ocupada por antenas de comunicación y por un refugio– es famosa por ser epicentro de los deportes de vuelo, cuyos amantes tienen cita obligada en el Festival Internacional del Aire “El Yelmo” que se celebra en los primeros días de Junio.
lugaresmiticosdejaen.com
Pantano del El Tranco al fondo
El refugio a la izquierda

¿Y qué es lo que pasa en estas rutas? pues que cuándo has llegado al sitio más espectacular de ella el resto que venga después te sabe a poco pero eso aún podía arreglarse. Iba siendo hora de comer, el estómago pedía recomponerse un poco así que no quedaba otra que buscar fonda donde llenarlo y disfrutar de la gastronomía local mientras charlamos de nuestras cosas y seguimos conociéndonos un poco y de nuestras aventuras moteras por el mundo.

Comida en Hornos y vuelta a casa

De El Yermo a Hornos hay poca distancia, unos 20km y decidimos que sería la zona más propicia para buscar restaurante pese a que luego nos tocara deshacer algunos de esos kms para volver a casa.

En Hornos no es la primera vez que había estado, ni que había comido. Justo entrando al pequeño pueblo, en el mismo cruce, te encuentras el Restaurante “El cruce de Hornos“, no se complicaron mucho para ponerle el nombre, es evidente pero puedo dar fe de que se come bien en el lugar. Menú asequible, bastante espacio tanto fuera como dentro y, si quieres deleitar tu vista aun puedes arrimarte unos metros más arriba al mirador Puerta Nueva desde donde tendrás otra vista del pantano del El Tranco, no tan amplía como la ves desde el Yelmo pero si lo suficientemente buena como pare deleitarte por un momento.

Mirador Puerta Nueva de Hornos

La vuelta desde Hornos continúa la estela de lo que llevábamos recorrido. La zona que rodea el pantano tiene un buen asfalto y más curvas y a cada una de ellas te deja disfrutar del encanto del pantano.

Fue aquí, en este tramo donde vivimos otro de esos momentos maravillosos de la naturaleza. Al igual que con los ciervos tampoco es la primera vez que por estos parajes te encuentras a lo lejos algún gran pájaro alado. Águilas o Buitres son frecuentes en estas zonas. Lo que no nos esperábamos era encontrarnos una manada de buitres a unos pocos metros de altura de nuestras cabezas sobrevolando nuestras motos como si fuésemos carne de presa. Tan cerca estaban que no podíamos sino admirar a tan enorme ave aminorando nuevamente la marcha. Otro espectáculo que no pude grabar por no llevar la cámara sobre el casco como en otras ocasiones. Como me arrepiento, pues perdí la oportunidad de grabar dos de los momentos más sorprendentes de la naturaleza que me han pasado en moto.

La ruta volvería por Pontones, que por cierto, muy cerca de este último tienes el nacimiento del río Segura por si te hace ilusión conocerlo, continuamos hacia Santiago de la Espada pueblo dónde es típico degustar el Cordero Segureño, la Puebla de Don Fabrique, de ahí a la Paca y de esta a Lorca. Todo este recorrido seguimos haciéndolo por carreteras secundarias. El día aún nos daba para poder tomárnoslo con calma y evitar autovía en la medida de lo posible.

Desde Lorca, y por la hora que se nos estaba haciendo, ya no nos quedaba más remedio que coger la temida autovía hasta casa. Unos 70km que, como en cualquier vuelta, se hacen eternos pero que ya en casa perdonas por el impresionante día que te han dado el resto de kms.

Fin de una ruta de casi 500km de las que vuelves con muy buen sabor de boca. Y agradecer a Joaquín que me llevase a conocer esa zona que aún no conocía.

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