Ruta Cartagena – Los Pirineos – Etapa 2

Ruta Cartagena – Los Pirineos – Etapa 2

Os contaba en el artículo anterior la ruta seguida hasta Villel, pueblo desde el que partimos a la segunda etapa de nuestro viaje.

Esta segunda etapa nos llevaría por la nacional N-234 dirección Zaragoza, y de Zaragoza la intención era de entrar a los Pirineos por Huesca hasta Sabiñánigo, lugar dónde terminaría la segunda etapa.

Pero tendrás que detenerte un poco antes de llegar a Teruel, poco después de salir de Villel, para contemplar el Cañón Rojo a tu izquierda. Al dar una curva nos sorprendió esta formación arcillosa que, a lo lejos, parecía sacada de una película del viejo oeste. En aquel momento no paramos a echar fotos porque llevábamos coches detrás pero a la vuelta pude comprobar desde Google Maps como hay una pequeña pista que te acerca lo suficiente como para contemplarlo de cerca. Quizás en otra ocasión lo haga.

Al fondo el Cañón Rojo. Muy cerca de Teruel.
Foto de internet

En la primera imagen no se aprecia bien, como suele pasar en la mayoría de las veces, pero al fondo se ve el cañón.

Continuamos el viaje, pasado Teruel, por la N-234. He de decir que este tramo me desilusionó bastante, sobre todo tras los últimos kilómetros de vegetación del día anterior. Desde Teruel a Zaragoza atravesamos una llanura más seca que la mojama. Tanto fue el aburrimiento que a mitad de camino, a la altura de Calamocha aproximadamente, decidí dejar la nacional y coger la autovía, que además transcurría paralela a la nacional, ya que no me estaba aportando nada la ruta y me estaba matando el aburrimiento.

De Zaragoza a Huesca tampoco usamos carreteras nacionales, muy a mi pesar, y al final estábamos adelantando tiempo de más para llegar a Sabiñánigo.

Una vez pasamos Huesca, ya en las faldas de los Pirineos, el paisaje volvió a teñirse de verde y montañoso. Un espectáculo para los sentidos.

Encontramos este último tramo en obras intercalando la antigua nacional con la nueva autovía. Si bien creo que es necesaria la autovía por la cantidad de camiones que transitan la zona y hacen el tráfico muy pesado me temo que la misma va a sustituir a la nacional que quedará inutilizada para rodar por ella perdiendo uno de los encantos de la zona para rodar en moto.

Si hay algo que impresiona mucho de esta parte de la ruta mientras vas ensimismado en tus pensamientos dentro del casco es ver, a lo lejos, toda la impresionante cadena montañosa que sabes que vas a recorrer. 

El sólo hecho de verla tan majestuosa ya impone respecto. Estar pasando en pleno verano y ver las cumbres aún nevadas te da mucho respeto. Es, sin duda, un trayecto para la moto y para dejarte llevar por tus pensamientos.

Dirección Sabiñánigo con los Pirineos al fondo.

Llegamos a Sabiñánigo un poco antes del medio día, justo para dejar los bártulos y comer algo aunque para nuestro disgusto, el Hostel Pirenarium que habíamos elegido para pasar la noche estaba cerrado a cal y canto a esa hora. Pero cerrada incluso la puerta de recepción que da acceso a las habitaciones lo cual nos dio por pensar que estaba cerrado del todo y no había ni huéspedes. En la puerta, además, tenían un par de teléfonos a los que llamar pero en ninguno nos contestó nadie así que el disgusto fue creciendo por orden de desconcierto.

Preguntamos a los lugareños que nos indicaron qué, estar estaba abierto, pero que al medio día, puesto que era temporada baja, cierran la recepción y que debíamos esperar a que abrieran. Por lo visto los huéspedes sí pueden entrar y salir sin problemas con la llave.

Nos hubiera gustado dejar las maletas en la habitación, cambiarnos de ropa e ir a comer cómodos pero no fue posible así que dejamos la moto aparcada y fuimos con todo el equipamiento a comer algo en las inmediaciones del hostal.

Por la tarde, y tras conseguir la habitación que, si bien no era una maravilla, sí que estaba correctamente adecentada y en buenas condiciones aunque muy sencilla, nos dispusimos a visitar el pueblo.

La VStrom desde la ventana de la habitación.

Sabiñánigo es la puerta a los Pirineos. Además es un buen punto desde el que acceder a las principales estaciones de esquí de la zona como Panticosa, Formigal, Candanchú y Astún y un entorno natural fantástico en el que realizar paseos, excursiones y rutas de senderismo.

Y si te gustan las BMW es allí donde se hace el evento anual BMW Motorrad Days, dónde acuden, entre otros, muchos de los motoaventureros más conocidos de nuestro país. Es una pena que no coincidiera pues se realizaba en septiembre, un par de semanas de diferencia en mis fechas y, aun con mi Suzuki VStrom, me hubiera acercado a conocer a algún personaje interesante.

Al ser temporada baja el pueblo estaba muy tranquilo y hacía muy buena temperatura por lo que paseamos durante la tarde por sus calles, cenamos y descansamos para preparar la etapa siguiente, la más dura de todas ellas.

Montura preparara para recorrer Los Pirineos en la tercera etapa.

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