Despiernacaballos, Las Anchuricas, La Toba, Miller, Góntar, Pedro Andrés, Nerpio
La zona que recorreríamos hoy la tenemos ya muy trillada. Pensaba que no me quedaba hueco que me sorprendiera aún y, sin embargo, visitando el canal de YouTube de esta fantástica familia, encontré un vídeo que mostraba una parte que no conocía. Así que no me quedaba otra que volver por la zona a buscar, entre otras, la carretera de Despiernacaballos que aparece en el vídeo de “escapádate”.
Nuestro viaje comienza como casi todos, en Garcerán, punto de encuentro habitual. Pero realmente la moto la empiezas a disfrutar una vez dejas la autovía, a la altura de Caravaca, ya en Barranda.
A partir de ahí empezamos a rodar por carretera nacional hasta La Puebla de Don Fabrique.
Hoy, al igual que en las últimas rutas, habíamos previsto llevar la comida en la moto para hacer picnic en algún lugar tranquilo bajo la sombra de cualquier árbol. Es un hecho que ahora en primavera podemos permitirnos cambiar los restaurantes por algún paraje donde almorzar y comer más tranquilamente. El tiempo acompaña a ello.
Paramos en la Puebla de Donde Fabrique a buscar agua que nos haría falta para comer más tarde. A la hora que era sería más sencillo encontrar algo abierto allí que una vez nos adentráramos en la sierra.
Encontramos en el mismo centro la panadería y confitería Aguirre. Una pequeña panadería de las de toda la vida, de las que nada más entras y huele a recién hecho, a horno de leña, a dulces, a salados y a todos los aromas que evocan las panaderías tradicionales que ya se están perdiendo.
Aguan, pan, empanadillas y algunas rosquillas de anís se vinieron en las motos y daríamos cuenta de ellas en la comida.
La siguiente parada sería en Santiago de la Espada. El tramo entre la Puebla y Santiago pasa por el Puerto del Pinar, a 1600m de altura. Unos pocos kilómetros más adelante de pasar el punto más alto del puerto nos encontraremos a la derecha unas impresionantes vistas del Cerro del Oso. Este cerro comprende una extensa área protegida en la provincia de Jaén. Es una de las cumbres más destacadas de la zona y alcanza una altitud de aproximadamente 1.900 metros sobre el nivel del mar. El entorno del Cerro del Oso es de gran belleza natural, caracterizado por su vegetación mediterránea, con bosques de pinos y encinas, así como por una rica fauna, que incluye especies como el águila real, el buitre leonado, el gamo, el jabalí y el ciervo, entre otros.
Un paisaje nada desdeñable para circular curva a curva del trazado con la calma suficiente para disfrutar del paisaje.
Llegamos a Santiago de la Espada y dede allí, hacia la izquierda, tiramos dirección Pontones solo que a mitad del camino nos desviamos a la derecha para adentrarnos en la carretera de Despiernacaballos.
Mucho ojo dónde tomamos el desvío. El google Maps nos indicaba que nos saliésemos en plena curva cerrada por una pista que, a todas luces, se veía estrecha y cubierta de vegetación. No fiándonos continuamos unos metros más adelante hasta que Pedro me indicó que el desvío de asfalto se encontraba más adelante. Luego sobre el mapa se visualiza que la pista llega a cruzarse con la carretera que finalmente cogimos pero no puedo decir el estado de la pista, ni si es transitable o no. Simplemente no me dio buena espina y preferimos usar el siguiente desvío.
En el sentido por el que circulábamos la carretera de Despiernacaballos la cogemos desde su parte más alta y a partir de ahí empezamos a descender por el cañón que va formando el río Seguro a su paso.
Cuánto más descendemos mas nos zambullimos sobre las moles de montañas que nos rodean a izquierda y derecha. En lo alto de sus cumbres se avistan pájaros que intuimos pueden ser grandes aves.
La carretera es sinuosa y el asfalto regular. Hay que conducir con cuidado porque hay tramos en mal estado.
Una vez hemos descendido recorremos la vera del Río Segura dirección a la Toba. Allí, en un pequeño pueblo, nos encontraremos el río atravesándolo con un lavadero a orillas de este de los antiguos. Yo pensaba que estas construcciones habrían quedado en mero recuerdo de otras épocas y se mantenían en buen estado para disfrute de la cultura local del visitante, sin embargo, más curioso aún fue encontrarnos una señora mayor haciendo uso del lavadero lavando una prenda.
Salimos de La Toba dirección al Embalse de Anchuricas. Para ello deberíamos cruzar, nada más salir de La Toba, un pequeño puente sobre el río Segura. Ahora circularíamos con el río a nuestra derecha hasta llegar al embalse.
El nombre “Las Anchuricas” proviene de la zona geográfica en la que se encuentra el embalse. “Anchuricas” es un término local que hace referencia a una serie de pequeñas gargantas o cañones que se encuentran en la zona. Estos cañones son formaciones rocosas estrechas y alargadas que se generan por la acción del agua a lo largo del tiempo.
Se hacía la hora de comer y el embalse tenía todos los puntos para ofrecernos ese momento de paz y tranquilidad para tomarnos los bocadillos.
Fuimos despacio buscando algún recodo en la carretera que permitiera acercarnos al embalse. Enseguida encontramos a la derecha una estrecha pista que parecía bajaba hasta él. Descendimos por ella unos pocos metros y nos encontramos una pequeña zona dónde parar. Nos encontramos una Camper con una pareja que habían pasado la noche allí. El lugar es precioso pero no dejaba mucho margen para aparcar, de hecho pocos vehículos más hubieran entrado en la zona.
El el mismo lugar se encuentra una pequeña ermita. Buscando información por Internet encontré este detalle respecto a la ermita: “Al construir el embalse Anchuricas-Miller quedaron bajo agua gran parte de la antigua aldea de las Casicas del río Segura. En la era se construyó la actual Iglesia y la aldea se traslado rio arriba al otro lado de la Toba.“
Allí nos sentamos sobre una piedra y, junto con el trinar de los pájaros, nos dejamos llevar por el entorno mientras nos comíamos los bocadillos. Paz y tranquilidad. Sombra y buena temperatura. Indudablemente el mejor restaurante del mundo, como otros muchos que hemos ido descubriendo a lo largo de estas rutas.
Había que continuar y desde el embalse era momento de ir hasta Miller. Sí que he pasado otras veces por “Las Juntas” de Miller. Unas pozas más adelante del pueblo por donde pasa el Río Segura tras dejar la pequeña central hidroeléctrica de Miller pero hasta ahora no había subido al pueblo.
Era el mediodía y hacía calor. Desde donde veníamos tocaba cruzar nuevamente un pequeño vadeo sobre el río. Un cartel nos daba la bienvenida avisando de que tuviésemos cuidado por posibles crecidas del río.
Un momento después estábamos en el pueblo de Miller. Este tiene la particularidad, al igual que La Toba, que sobre él cae una pequeña cascada.
A esa hora buscábamos desconsoladamente dónde tomar café, bebida que no llevábamos en las motos y que, tras la comida, se estaba haciendo necesario. El único bar en el centro del pueblo a esa hora estaba cerrado así que tiramos directamente hacia Gontar que estaba muy cerca. Sabíamos que allí, el hotel restaurante Casa Pedro, no nos fallaría.
Plantamos las motos en la puerta y en su terraza, a la sombra, nos tomamos una cerveza primero para refrescarnos y a continuación el café que tanta falta nos hacía.
Tocaba continuar y habíamos decidido recorrer un tramo, que sabíamos que no estaría en muy buen estado pero que a cambio nos ofrecería un buen paisaje, desde Góntar hasta Pedro Andrés. Puedes verlo en el track de Wikiloc en el que empieza este artículo.
El trazado se vuelve más llano pero a lo lejos, y a tu alrededor, puedes ver las altas montañas que rodean la zona.
Desde Pedro Andrés otro pequeño tramo hasta Nerpio y desde Nerpio, ruta que habrá aparecido en este blog varias veces, ya no hay mucho que contar pues la carretera y el paisaje se vuelve más monótono. El trazado nos llevaría hasta Archivel, de Archivel a Barranda y a partir de ahí, de nuevo la temida autovía hasta casa.